Tras un año de formación en los Talleres Musicales, sus integrantes ofrecieron a la Comunidad Educativa el fruto de su trabajo en la Velada Musical 2008. Acompañados de la Orquesta Sinfónica Juvenil del Norte de Santander, la preorquesta, el coro y los pianistas deleitaron la noche de los asistentes al Coliseo «P. Miguel López Salmerón Sch.P.».
Buenas Noches
Antes de compartir unas palabras con ustedes quiero darle Gracias a Dios por esta noche, por la bendición de la música en nuestras vidas y por tener ha tantas familias reunidas. Los invito a orar por este momento, porque esté lleno de tranquilidad y de paz. Que la alegría de estar unidos perdure siempre en nuestros hogares. Amen.
Ahora quiero agradecerles a ustedes por estar aquí acompañándonos en nuestra velada, en esta noche de gala donde ustedes pueden escuchar, observar y palpar la alegría de compartir unos segundos y algunos unos minutos de música.
Lo que ustedes no saben es todo lo que aconteció durante esas 35 semanas donde nos encontrábamos para aprender, enseñar y acompañar, nuestra gran misión en equipo de chicos, maestro y padres de familia.
Quiero compartirles el cuando más hermoso de cada taller porque así podrán comprender la grandeza de este momento porque todo lo demás esta en nuestros corazones.
Cuando veo a los grupos de lenguaje de todos los cursos llegar a su clase y unirnos en un mismo idioma; poder escribir, leer, pensar, sentir, hablar e interpretar una melodía me doy cuenta que este año fue el año del HACER Calasancio ese como dice San José de Calasanz «Descubrirse valioso, colmado de talentos y con capacidad de aportar»
Cuando asigno 4 ejercicios de tarea en el piano y la respuesta son 24 me doy cuenta que se están descubriendo colmados de talento y cuando me dicen «Luz, quieres escuchar mi propia canción»; puedo percibir en cada nota, en la melodía, en la composición, su esencia, su sensibilidad, ese sentirse valioso y esa decisión maravillosa que han tomado de que el piano haga parte de sus vidas; que «el estudiar todos los días es algo divertido es como ver televisión» como lo dice una de mis estudiantes, que «cuando estoy triste o feliz o furiosa, como dice otra de mis estudiantes, me siento al piano para calmarme« o que al final del ultimo ensayo antes de la velada «será que le saco fotocopia a esta partitura que esta tan arrugada, sucia y llena de colores, ¡pero no! se le nota el esfuerzo y el trabajo» sí una partitura llena de lo que es cada hermoso ser humano que cree y que se esfuerza por decir esta noche con sus manos lo logré, a pesar de que el tiempo no esté parejo que el error sea la motivación para la improvisación y la interpretación y que una mano sea más rápida que otra y que el dedo meñique se quede pegado al piano, no importa todos estos cuandos hacen parte del vivir el maravilloso camino de aprender música.
Cuando ensayamos cada línea de instrumentos en la orquesta y tratamos todos de llevar el mismo tiempo y contamos como nuestros amigos de las porristas a los que tanto admiro en voz alta pero luego en la mente para que se escuche el instrumento y nos perdemos y lo intentamos de nuevo; se pierden las fuerzas, nos da hasta mal genio, hacemos pucheros y pataletas y al final nos llenamos de emoción porque el cuento musical se escuchó.
Y Cuando cerramos la carpeta de una voz de esperanza y cantamos con amor recuerdo una frase muy especial «El amor es la mejor música en la partitura de la vida. Sin él serás un eterno desafinado en el inmenso coro de la humanidad». Y con ese mismo amor seguimos una manos que dirigen unas hermosas voces este año clasificadas en voces graves que llevan la línea armónica, el acompañamiento y las voces agudas que llevan la línea melódica, la melodía; ambas con la misma importancia y el gran mérito de seguir la velocidad, el volumen, el ritmo y la pausa. Y cuando sonreímos con los ojos, nos peinamos las cejas, escuchamos el sonido para iniciar y con nuestras manos hacemos el gesto melódico de cada sonido de la escala musical, desde el Do con la forma de la mano en puño a la altura del ombligo hasta el Do en la misma forma a la altura de la frente como idioma universal del solfeo musical comprendemos lo que dijo un gran genio de pelito blanco algo despelucado «Cuando se nos otorga la enseñanza se debe percibir como un valioso regalo y no como una dura tarea, aquí está la diferencia de lo trascendente».
Así cada uno de ellos continué o no la música siempre estará en sus almas y los hará más maravillosos de lo que son.
Gracias a cada uno de mis niños y niñas, adolescentes y adultos por encontrar dentro de las miles razones de no poder venir a sus clases y ensayos una razón para asistir y entregar lo mejor.
Gracias por permitirme entrar en sus vidas y compartir conmigo en cada charla de círculo con espontaneidad y alegría lo mejor del ensayo, lo por mejorar y sus sentimientos. Estas vivencias que me guían a vivir la vocación de enseñar la música para la vida a niños, jóvenes y adultos.
Gracias en nombre de nuestro colegio a los integrantes de la Orquesta Sinfónica Juvenil por acompañarnos y compartir con nosotros su trabajo musical. Felicitaciones y bienvenidos.
Gracias a Dios, a mi hogar, a mi familia y al Colegio Calasanz, gracias al equipo de administración, a cada ser humano hermoso de servicios generales, a Maria del Pilar, Francisco, Juan Carlos y Fabián que dispusieron este escenario. Gracias a mis lideres, por su confianza y apoyo. Porque como uno de ellos lo plasmó en una hermosa carta dirigida hacia mi hace algún tiempo «la música es la mejor creación del ser humano».
Y en honor a esa creación a nuestro público y nuestros instrumentistas los invito a la Postura, la Atención, el Respeto y la Escucha que son el obsequio del silencio para celebrar juntos el Día del Músico haciendo música.
BIENVENIDOS A ESTE LUGAR QUE LOS ESPERARÁ CADA AÑO PARA COMPARTIR CON USTEDES NUESTRO PROCESO MUSICAL, APORTE CULTURAL PARA LA REGIÓN.
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