La Semana Santa del Señor del año 2009 fue celebrada con profunda fe y solemnidad; los padres escolapios Urbano Pesquera, Manuel Latorre y Julio César Martínez acompañaron al grupo de fieles —vecinos, estudiantes y otros miembros de la comunidad educativa— que se congregó cada uno de los días santos en la Capilla del Colegio.
En la capilla del Colegio se llevaron a cabo las celebraciones litúrgicas correspondientes a la semana santa. Participaron los sacerdotes de la comunidad, Padre Urbano Pesquera, Padre Manuel Latorre Ferrero y Padre Julio Cesar Martínez Chaparro.
Las celebraciones iniciaron el miércoles 8 de abril con la celebración del sacramento de la reconciliación. Se dedicó un tiempo a hablar del sacramento, de su significado, se proyectaron unas imágenes que acompañaron el momento y los Padres atendieron a quienes deseaban participar del sacramento.
El Triduo Pascual empezó el Jueves Santo a las 6:00 p.m. con la celebración del Señor. Es este el día en que se celebra la Última Cena, en la que Cristo instituyó la Eucaristía. Las lecturas del Evangelio que se proclaman este día hacen referencia al lavatorio de los pies que precedió a la Santa Cena; un acto que destaca como muestra del amor fraterno empezando por los más necesitados, y que el sacerdote que presidió (Padre Julio Cesar Martínez Ch. Sch.P.) volvió a representar, lavando los pies a los niños que asistieron a la eucaristía, como signo de humildad.
Al lavatorio de pies siguió la gran Solemnidad Eucarística. Tras la consagración se lleva la Eucaristía al altar secundario que fue adornado como «monumento», en el oratorio de preescolar.
El Viernes Santo se celebro la pasión y muerte del Señor. Este día no hubo celebración eucarística, pero se realizó la acción litúrgica para conmemorar la Pasión y la Muerte de Cristo, quien aparece como el Siervo de Dios anunciado por los profetas, el Cordero que se sacrifica por la salvación de todos.
La Cruz es el elemento que domina toda la celebración iluminada por la luz de la resurrección (La cruz fue iluminada por tres niños que asistieron a la celebración): Nos aparece como trono de gloria e instrumento de victoria; por esto es presentada a la adoración de los fieles.
La celebración del Sábado Santo inició con la bendición del fuego, que se tomó de una pequeña fogata en la parte de atrás de la Capilla. Se preparó el Cirio Pascual, en el cual el sacerdote con un punzón traza una cruz. Luego marca en la parte superior la letra Alfa (α) y en la inferior Omega (ω); entre los brazos de la cruz marca las cifras del año en curso. A continuación se anuncia el Pregón Pascual e inicia la liturgia de la palabra. En ella la Iglesia confiada en la Palabra y la promesa del Señor, recuerda las maravillas que desde los comienzos realizó Dios con su pueblo.
Después se procedió a la Liturgia Bautismal. Se hizo la renovación de los compromisos bautismales y se recibió con alegría a la niña Laura Saray Navarro Ballesteros, quien recibió el sacramento de manos del Padre Manuel Latorre.
Se continúo con la Liturgia de la Eucaristía; ésta, aunque se realice antes de la media noche, es la Misa Pascual del Domingo de Resurrección. El sacerdote y los ministros se vistieron de blanco y con alegría anunciaron a la Iglesia que el Hijo de Dios había resucitado.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Cristo resucitó de entre los muertos y no muere más.
Aleluya, aleluya, aleluya.
A pesar de la piedra pesada sobre la tumba,
el pecado triste de este mundo,
los soldados custodiando tu cuerpo,
tú has resucitado, Señor, nuestro Dios.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Cristo resucitó de entre los muertos y no muere más.
Aleluya, aleluya, aleluya.
A las mujeres llegadas hasta el sepulcro
un ángel ha hablado de tu resurrección,
te has hecho compañero de los discípulos
y en Emaús has cenado con ellos.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Cristo resucitó de entre los muertos y no muere más.
Aleluya, aleluya, aleluya.
A pesar de las puertas cerradas y el miedo,
te has aparecido a los discípulos reunidos,
dándoles el poder de perdonar
y ofreciéndoles tu paz.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Cristo resucitó de entre los muertos y no muere más.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Nosotros hoy te celebramos resucitado,
desde el mundo entero con la fe,
desde lo profundo del corazón confesamos
que tú eres nuestro Señor y Dios.
Aleluya, aleluya, aleluya.
Cristo resucitó de entre los muertos y no muere más.
Aleluya, aleluya, aleluya.