El colegio Calasanz de Cúcuta, perteneciente a la Orden Religiosa de la Escuelas Pías, abrió sus puertas a todos los estudiantes de grados segundo a undécimo el pasado 21 de enero.
El colegio Calasanz de Cúcuta, perteneciente a la Orden Religiosa de la Escuelas Pías, abrió sus puertas a todos los estudiantes de grados segundo a undécimo el pasado 21 de enero.
La felicidad de los niños y jóvenes es la razón por la que el colegio lleva 65 años formando en Piedad y Letras, continuando la misión educativa y pastoral que San José de Calasanz inició en Roma, en 1597.
La celebración para dar las gracias a Dios por un nuevo año escolar, estuvo a cargo del Padre Juan Carlos Gómez, Sch.P., quien motivó a los estudiantes a ser cada vez mejores, no solo en las Letras, sino también la Piedad, teniendo a Dios y a Calasanz presentes en cada uno de sus corazones.
El coordinador del departamento de pastoral, Emiro Riobó Galvis, recalcó el hecho de que la misa celebrada el primer día de clases es una tradición y una forma de vida; un encuentro litúrgico con los estudiantes que le permite a toda la comunidad educativa compartir la vida alrededor de Jesucristo.
Invitó a todos los estudiantes a seguir fortaleciéndose, trabajando con el carisma de Calasanz, adoptando una actitud de disponibilidad y de alegría y afrontando las adversidades y situaciones que les aquejan.
Durante la Eucaristía, se realizó la entrega de los galardones de máxima categoría en la institución, las cruces de “Excelencia Calasancia”.
El coordinador de convivencia escolar de la sección de 6° a 8°, Denis Alfredo Osorio Carrillo, resaltó que los estudiantes merecedores de este premio deben ser integrales, tener la experiencia de vivir como Calasanz, una buena convivencia con sus compañeros, un buen trabajo en equipo y un liderazgo que debe resaltar en la vida cotidiana.
Uno de los aspectos a resaltar durante la entrega de los premios, fue la valoración que se le dio a los estudiantes, la labor que desempeñó cada uno de ellos durante el año lectivo inmediatamente anterior. Otro aspecto importante es la motivación que se les da a los niños y jóvenes para que sigan cumpliendo y viviendo los valores de Calasanz: el trabajo responsable, la organización, el respeto, la nobleza y el amor ordenado.
El colegio quiere que todos los estudiantes tengan presente que la ayuda y el cumplimiento de sus deberes académicos es reconocido por la institución y que no solo son la formación académica y de convivencia las que definen al estudiante calasancio, sino que también lo hace la forma integral de vivir y convivir como lo quería San José de Calasanz.
Arianna Liz Villasmil Chávez