El primero de mayo nos recuerda aquel sábado homónimo de 1886 en el que cientos de trabajadores protestaron en la ciudad de Chicago por las condiciones laborales que ultrajaban su dignidad. Extenuantes horas de trabajo y salarios paupérrimos que les impedían mejorar su calidad de vida en sus aspectos personal, familiar y financiero.
El primero de mayo nos recuerda aquel sábado homónimo de 1886 en el que cientos de trabajadores protestaron en la ciudad de Chicago por las condiciones laborales que ultrajaban su dignidad. Extenuantes horas de trabajo y salarios paupérrimos que les impedían mejorar su calidad de vida en sus aspectos personal, familiar y financiero.
Para conmemorar esta fecha, el colegio programó el día 8 de mayo como el DÍA DEL TRABAJADOR CALASANCIO. El consejo estudiantil, con la colaboración de toda la comunidad educativa, les ofreció un pequeño homenaje en el coliseo del colegio en el que les fue reconocido su trabajo constante y dedicado a para hacer del colegio un lugar agradable de estudio y de trabajo.
La celebración continuó en la sala múltiple amenizada por los estudiantes de undécimo grado, quienes con juegos y música brindaron a los trabajadores del colegio dos horas de sano esparcimiento y franca camaradería.
Aprovecho estos momentos para felicitar a toda la comunidad calasancia por su generosidad y les invito para que sigamos cumpliendo con alegría nuestras responsabilidades y comprometiéndonos a extender el pensamiento de nuestro fundador San José de Calasanz. ¡Adelante!
Mario de Jesús Picón de la Rosa
Maestro del área de ciencias sociales