Me siento muy honrada de poder expresar estas palabras en homenaje al Día del Maestro, a aquellas personas que con esfuerzo y sacrificio se dedican a la noble tarea de enseñar.

Leía en estos días que uno de los trabajos que causa más estrés es el de Maestro, y no dudo que esto sea así, ya que no es fácil tener que enfrentarse día a día con diferentes formas de comportamiento y de aprovechamiento.

Creo, junto con el pensador, que «Educar a un niño no es hacerle aprender algo que no sabía, sino hacer de él alguien que no existía». Enseñar, hoy en día, significa motivar e involucrar a los estudiantes en un proceso de construcción y reconstrucción de sus propios conocimientos, habilidades, actitudes, afectos y valores.

Por esta razón, con justa razón el Consejo Estudiantil, apoyado por la Asociación de Padres de Familia, está rindiendo en el día de hoy un pequeño pero merecido homenaje a quienes entregan todo su conocimiento para que nosotros el día de mañana seamos gente de bien y podamos ayudar a construir un país mejor.

Queremos agradecer de corazón a todos nuestros maestros por su entrega, por su dedicación, por su permanente disposición, ya que siempre nos han sabido guiar por el camino del bien, y en las enseñanzas de San José de Calasanz.

Que Dios Todopoderoso bendiga su dedicación y esfuerzo.