Conmemoramos a San José de Calasanz cuando sentimos en nuestro corazón la alegría de servir a los demás que él experimentaba todos los días al abrir las puertas de su escuela en el Trastévere romano. Acompáñennos a ver cómo los estudiantes del curso Octavo A fueron «al encuentro de los niños» durante la Semana Calasancia.
«Ocho minutos se pasan como ocho segundos»
Calasanz nos enseña que siempre hay que ayudar a los que más la necesitan, en especial a los niños, y al mismo tiempo poner en práctica nuestra vocación de servicio a disposición de los más pequeños.
Cuando llegamos y conocimos a los niños del Colegio José Eusebio Caro, nos dimos cuenta de su felicidad, humildad, carisma, bondad, amabilidad y respeto.
Desde que aquella experiencia empezó todos los grupos se llenaron de compromiso para lograr que las actividades fueran del mayor agrado para los chicos, así mismo tuvimos la oportunidad de descubrir las capacidades que poseen cada uno de ellos.
Tomamos la responsabilidad y el compromiso necesario para cuidar y entretener a los pequeños estudiantes y también logramos conocer nuevas experiencias de aprendizaje, comprensión y servicio de niños de la institución. Comprender la personalidad con la cual crecieron y sus valores y aspectos positivos enseñados en casa.
Ese día fue uno de los más hermosos para todos los estudiantes del grado 8ªA, ya que nos dimos la oportunidad de acercarnos más entre nosotros y llenar nuestro día de esas bellas sonrisas de los asombrosos niños, que sin lugar a dudas disfrutaron con todo el interés las dinámicas llevadas, y a pesar de que no todos tuvieran las mismas capacidades, tenía algo en común: «el empeño».
