Como todos los años, la rectora Sandra Mariela Parada Rondón y todos los educadores que cooperan en el colegio estuvieron pendientes de llevar a cabo las actividades de bienvenida para los estudiantes que dejaban atrás el preescolar.
El pasado 22 de enero el Colegio Calasanz de Cúcuta dio la bienvenida al nuevo año escolar 2019 a los estudiantes de grado primero. Como todos los años, la rectora Sandra Mariela Parada Rondón y todos los educadores que cooperan en el colegio estuvieron pendientes de llevar a cabo las actividades de bienvenida para los estudiantes que dejaban atrás el preescolar.
Para toda la comunidad educativa fue un privilegio haber observado de cerca el crecimiento de los niños y niñas que avanzaron a una etapa en la que, sin duda, experimentarán nuevas actividades, nuevos proyectos y nuevas aventuras.
Los maestros recibieron a los niños con emoción y alegría. Los padres de familia no ingresaron como los años anteriores a los salones para despedirse de los pequeños. Quienes venían por primera vez estaban un poco temerosos, pero las maestras con entusiasmo los invitaron a pasar al coliseo en donde se les asignó su salón y se les presentó a sus nuevas directoras de curso.
Lina María Gómez, coordinadora de convivencia escolar de la sección infantil, fue la persona encargada de controlar las actividades del primer día y verificar el buen funcionamiento de las mismas. Comentó que, luego de la ubicación por grupos y de llevar a los estudiantes a las aulas correspondientes, las maestras dieron la bienvenida e invitaron a los niños a presentarse y a contar alguna anécdota sobre sus vacaciones decembrinas.
Las profesoras también realizaron diversas actividades de integración, ya que, si bien la mayoría de los estudiantes había estudiado el año anterior en el colegio, al empezar el nuevo curso escolar los grupos que venían del grado transición se habían mezclado para permitir que los niños y niñas hicieran nuevas amistades y fortalecieran las relaciones interpersonales.
Todo esto porque el colegio Calasanz se ha caracterizado por hacer un buen acompañamiento, en el que los maestros siempre están pendiente de los comportamientos de los niños y de sus necesidades, intentando estar presentes para que ellos se sientan seguros y, lo más importante, se sientan amados desde un amor ordenado.
Arianna Liz Villasmil Chávez