SEMANA VOCACIONAL 2016 “VAMOS AL ENCUENTRO”

Del 2 al 6 de mayo celebramos en el colegio la semana vocacional, bajo el gran lema vamos al encuentro. Esta gran semana se vivió bajo cuatro encuentros fundamentales que ha de vivir una vocación escolapia, al encuentro con Jesús, al encuentro con nosotros mismos, al encuentro con niños y jóvenes, al encuentro con los otros (la comunidad).

Del 2 al 6 de mayo celebramos en el colegio la semana vocacional, bajo el gran lema vamos al encuentro. Esta gran semana se vivió bajo cuatro encuentros fundamentales que ha de vivir una vocación escolapia, al encuentro con Jesús, al encuentro con nosotros mismos, al encuentro con niños y jóvenes, al encuentro con los otros (la comunidad).

Jesús: él es el primero con quien nos encontramos, a quien reconocemos si miramos profundamente nuestra vida y nuestra historia. A Jesús mismo lo encontramos como el motor fundamental de nuestra existencia, como la relación esencial que sostiene nuestro corazón y como el combustible indispensable para amar de verdad. Por eso, este año queremos salir AL ENCUENTRO CON JESÚS.

Nosotros mismos: cuando nos encontramos con Jesús, siempre podremos reconocer lo que somos en autenticidad. Acercarnos a él nos permite decir con humildad y sencillez cuáles son los valores más profundos que nos constituyen y también cuáles son nuestros dinamismos egoístas más fuertes. Encontrarnos con Jesús al estilo de Calasanz siempre será un camino de propio conocimiento, una oportunidad de salir AL ENCUENTRO CON UNO MISMO.

Los niños y jóvenes: la vida de Calasanz cobra mayor sentido cuando descubre en el rostro de los niños pobres de Roma al mismo Jesús, encarnado en el grito desesperado de quienes estaban marginados a causa del mal de la sociedad y de la ignorancia. Por esto encontrarnos con Jesús siempre será una invitación a encontrar a los más pequeños y pobres, para darles el pan de la piedad y de las letras. Seguir a Jesús al estilo escolapio es salir AL ENCUENTRO DE LOS NIÑOS.

Los hermanos: Calasanz tiene vida porque existe una comunidad de hermanos, los escolapios, religiosos y laicos, que se han unido para vivir a Jesús juntos. Por esto mismo la vida en él siempre nos invita a construir una auténtica comunidad, donde cada uno pueda compartir con generosidad su propio talento y construir así esa porción del Cuerpo de Jesús que es la Escuela Pía. Así pues, seguir a Jesús como Calasanz es salir AL ENCUENTRO DE LOS HERMANOS.

Cada encuentro se vivió y reflexionó bajo la dinámica de diversas actividades que profundizaban la importancia de cada uno de dichos encuentros que termina siendo fundamental en el carisma y vocación religiosa de la vida escolapia.